miércoles, 28 de julio de 2010

picas vs corazones

Yo una vez quise a un poeta y una vez un poeta me quiso a mi.
Él me escribía versos en las madrugadas
que luego me recitaba mientras desayunabamos.

Por las noches, no importaba que el no estuviera en mi cama,
yo le sentía recorriendo mi espalda y mi cabeza;
porque su aroma a mi cuerpo era como una feromona
y a mis venas como una droga que se inyectaba... y entonces ya no había manera.

Pero para manera las suyas:
sus medias sonrisas al beber las cervezas,
los tréboles y las picas, cuando el pócker, sobre la mesa
dejando a los diamantes y corazones con nuestras manos bajo ella

Porque una vez que has sentido como te toca, ya nadie te toca como él.
Ahora ya sé que el mundo está lleno de aficionados
y por eso hace tiempo se nos quedó tan pequeño.

Que nadie ama como lo hace un poeta,
ni nadie amó a un poeta como lo hice yo.

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