domingo, 11 de noviembre de 2012

Fly me to the moon.

Vas y vienes siempre por el mismo lado, mujer de costumbres. Siempre el mismo poeta. Siempre la misma música. Así no hay quien te sorprenda, suéltate un poco la melena que te vas a sentir mejor.

Te vas a quemar.

Te vas a quemar. Te vas a quemar poco a poco como sigas mirándola así mientras baila. ¿No te das cuenta? Es la clase de mujer que no está hecha para un hombre como tú. ¿Crees de verdad que puedes acercarte e invitarla a bailar? ¿Así de fácil? Si ella abriera ahora los ojos ni siquiera te vería. Acéptalo Carlos, esta noche te toca mirar desde fuera, y lo digo por tu bien ¿eh? Que luego pasa lo que pasa. Venga, te invito a otra. Otra copa, digo, que esta noche no estás para el sexo opuesto. ¿No te han enseñado nunca que las heridas se curan con alcohol? Una tirita no sirve para nada, sólo tapa la herida pero cuando quitas sigue estando. Y escuece más. Toma, bebe y cuidado que está fuerte. Hazme caso, deja de mirar a esa chica, es mejor no arder en deseos de nada y así evitarás quemarte.

sábado, 18 de febrero de 2012

Somos mucha teoría y nada de acción.

Somos mucha teoría y nada de acción. Y creedme, lo nuestro es un problema generacional.
No sé vosotros pero yo vivo de las rentas. Vivo a costa de lo que ya he vivido. Extraño, lo sé, pero suelo hacerlo por pereza. O por miedo. No lo sé con seguridad. A pesar de lo que parezca, la teoría la conozco bien. Y el problema es ese: que la conozco tanto que ya se como acaba. Conozco sus fallos y también las falsas espectativas que crea. Aquí a todos nos han dado los mismos consejos. Todos sabemos que quien no arriesga no gana y todo ese cuento. Pero lo que a alguien se le olvidó comentar es que a veces quien arriesga pierde también. Perder debería ser otro tema dentro de la Teoría. En mi opinión lo mejor es actuar sin pensar. Dejarse llevar. No barajar consecuencias y olvidarnos siempre de las causas. Creer que el mundo todavía está a tiempo de sorprendernos. Pero nos olvidamos de la acción. Dejamos todo en manos del destino. O del karma... de cualquier otra cosa. Siempre dejamos el trabajo sucio al resto, y eso es algo que hacemos hacemos rozando casi la genialidad.

Algo falla últimamente, y falla cada vez más. Somos mentes del siglo XXI pero nos mueve un corazón medieval. Todos nos sabemos bien la teoría pero de movernos... ni puta idea.
En serio, creedme si os digo que, lo nuestro, es un problema generacional.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Trash.

Pararse a pensar sobre que merece la pena escribir acabaría por dejar nuestras mentes en shock. Es todo demasiado ambiguo como para decidirse. Acabaríamos escribiendo sobre cualquier mierda, la primera que se nos pasase por la cabeza. Como estoy haciendo yo ahora. Horrible esto de quedarse sin recursos ¿eh? En el fondo puede tomarse como un ejercicio reflexivo, en el que recapacitas sobre cosas que en otro momento del día dejas de lado (mentira). Dejar de pensar en algo concreto y ponerse delante de un papel es un error descomunal, por culpa del cual seguramente muchos escritores de renombre acabaron escribiendo "obras" las cuales sus editorial les publicó sin prestar atención pensando que sería otro best-seller y acabó siendo el libro que les hundió en el anonimato. Modestia aparte, queridos amigos, ni lo que escribimos siempre es tan bueno ni lo que leemos tan fantástico. Y yo me voy con la rumba a otra parte que es tarde y posiblemente aún tenga tiempo de ver Chinatown. Polanski. Un grande del cine. Bueno, grande desde que rodó un éxito de la gran pantalla. Sus cortos y el resto de su cine es bazofia pura y dura, o al menos eso dice la crítica. Pero ¿sabeis lo que le hacía yo a los críticos? Los mandaba a tomar por culo. Pero a todos, eh. ¡Qué sabrán ellos! Si aquí mientras nosotros veamos sentido y sentimiento a lo que hacemos... el resto no nos debe importar.

domingo, 22 de mayo de 2011

faiblesse.

No quiero sentirlo nunca más. Se me agarra por dentro siempre que te veo. Es un frío que quema, atraviesa y quiebra huesos. Es herida, y es ahora también verso.

jueves, 19 de mayo de 2011

¿y tú qué dices, corazón?



que no se me acomode el amor para cuando estalle.

miércoles, 5 de enero de 2011

asi el mundo es más amable, menos raro

Quién te ve dentro de unos años. Consumida. Sin ningún rastro de juventud en tu piel. Sin el más mínimo atisbo de brillo en tus negros ojos. Con la sonrisa desdibujada y las ojeras maquillándote el rostro.
Pero te ríes. Y es que ni la cordura conservas. Euforia, nostalgia, euforia, y más euforia. ¿Es esto la vida? Dime, ¿Es esto lo que Dios preparó para ti? ¿Un camino de perdición y sufrimiento teñido por la sensación de libertad? Miras a tu alrededor y solo encuentras soledad. Y es que para ti no existe mejor compañía que ella. No necesitas a nadie que rompa tus silencios, ni tu calma; hace tiempo que las perdiste.
No hay palabras que te hagan recapacitar; para ti sólo existen reflejos en un cristal sucio. Porque a ella la consideras tu amiga. Tu familia. Tu aliento. A ella le confías tu vida día a día. Dejas que juegue con ella, a su antojo, para luego devolvértela cada vez más deteriorada. Y ya no hay nada que hacer. Bailáis juntas sobre el espejo, en cualquier olvidado rincón, sin mayor temor que el de que un día os separen. Ya nadie puede hacer nada por ti. Hace mucho que la gente dejó de creer en los milagros.